En relación a la marcha de los amputados de miembros inferiores, podemos pensar que son similares, sin embargo, existen algunas diferencias que podemos localizar entre los amputados transfemorales (TFA) y aquellos amputados transtibiales.
Diversos estudios han analizado e investigado acerca de la marcha en los amputados transfemorales (Bae, Choi, Hong & Mun, 2007; Commean et al., 1997; Goujon-Pillet, Sapin, Fodac & Lavaste, 2008; Jaegers, Arendzen & De Jongh, 1995) que muestran estas diferencias. Por un lado, dentro parámetros temporales, estos autores mencionan que hay una velocidad más lenta, aumentando el tiempo del ciclo de la marcha y una mayor reducción del tiempo de la fase de apoyo en la pierna protésica.

Gasto de energía
Esto puede estar relacionado con que la amputación transfemoral o también conocida como amputación arriba de la rodilla requiere de más energía para caminar.
Un estudio del Dr. Robert L. Waters y sus colaboradores, titulado Energy Cost of Walking of Amputees: The Influence of Level of Amputation (“Costos de energía del caminar de amputados: la influencia del nivel de la amputación”), que se publicó en The Journal of Bone and Joint Surgery (1976), donde observaron la manera de caminar y la energía en 70 personas con amputaciones bajas de extremidades. Las amputaciones a nivel transfemoral, transtibial y de Syme que resultaron de enfermedades y traumas vasculares fueron comparadas entre los participantes con pérdida de extremidades y un grupo de individuos sin amputación. En resumen, cuanto más alto es el nivel de la amputación, más lenta es la velocidad de marcha. Los amputados por trauma caminaron más rápido que los amputados por causas vasculares principalmente debido a diferencias de edad y al estado general de salud. Según la duración de la enfermedad de los vasos sanguíneos de las piernas antes de que la amputación sea necesaria, los individuos con enfermedades vasculares tienen también enfermedades significativas de los vasos sanguíneos del corazón y de los pulmones. El modo de andar mejoraba y la energía necesaria para la marcha protésica disminuía significativamente según la amputación que se había practicado más cerca del pie.
Longitud de la zancada
Por otro lado, dentro parámetros espaciales, se describe un incremento de la longitud de zancada de la pierna protésica. Bae et al., (2007);
Esto pasa principalmente a pacientes con rodillas protésicas mecánicas y neumáticas, esto se debe a que durante la marcha en la fase de apoyo específicamente durante la respuesta a la carga, la semiflexión de la rodilla no puede ser realizada con estos dispositivos, propiciando a que el usuario pase inmediatamente el peso a la pierna sana.
En el caso de los usuarios de prótesis con rodilla hidráulicas con sistema de bloqueo como la 3R80 de Ottobock permiten esa semiflexión, lo que genera que la zancada sea similar entre ambos pies. Para esto es importante que el paciente reciba el entrenamiento de la marcha.

Alteraciones en los movimientos al caminar
Goujon-Pillet et al., (2008) nombran otras características de la marcha en personas con amputación transfemoral; como la disminución del rango de movimiento de flexo-extensión de cadera, rodilla y el aumento abducción separación de cadera en la pierna intacta, así como un rango de movimiento de tronco y pelvis más grande que los amputados transtibiales.
Esto se genera principalmente por la compensación muscular tras la amputación, el doctor Smith (2004) explica de la siguiente manera este acontecimiento: Los músculos abductores y flexores se unen cerca de la cadera. En una amputación transfemoral, están situados por encima de la separación quirúrgica por lo que no suelen quedar afectados por el corte transversal. Sin embargo, se seccionan los músculos aductores y extensores porque están unidos en el extremo inferior del muslo. Por lo tanto, en este tipo de amputación se pierden las uniones musculares que permiten mover la pierna hacia dentro, como cuando se cruza un muslo sobre el otro, y hacia atrás.
Sin los músculos aductores, extensores y sin miodesis, la pierna tiene la tendencia natural a moverse al mismo tiempo hacia adelante en posición de flexión y hacia el lado en posición de abducción. Por eso, el cirujano tiene que volver a unir los músculos al fémur o al periostio para compensar las fuerzas de flexión y de abducción. A esto se le llama miodesis, la cual fortalece y equilibra al muñón y mantiene al fémur en el centro de la masa muscular.
Poco control de la fase apoyo en la prótesis
Otros autores como Esquenazi, (2014) describe la flexión de rodilla durante la fase de apoyo, como una de las desviaciones más comunes durante la marcha, ya que algunos no son capaces de controlar esa flexión de rodilla y comienzan a tener miedo de cargar peso en el lado protésico.
Esto va en relación con el largo de la zancada si el paciente toma el entrenamiento adecuado evitará tomar de cierta manera ese vicio postural y de movimiento.
Solo en las prótesis de alta tecnología se puede eliminar por completo este factor.

Afectación muscular
A nivel muscular hay una gran debilidad de los músculos abductores de cadera, los cuales son estabilizadores de pelvis durante la marcha, provocando un incremento de la inclinación de la pelvis hacia el lado de carga (Goujon-Pillet et al., 2008). La atrofia de los músculos abductores de cadera depende del nivel de amputación, que cuanto más alto es el nivel, más grande será la atrofia. (Bae et al., 2007; Goujon-Pillet et al., 2008; Jaegers et al., 1995).
Esto genera que el paciente se incline lateralmente durante la fase de apoyo con la prótesis de pierna, en algunos casos la altura de la prótesis puede influenciar en este proceso, también el diseño del socket protésico en la cara lateral puede llegar a generar limitación en la activación del glúteo medio.
Es muy importante que el fisioterapeuta esté en contacto con el equipo de protetización para poder trabajar por un fin en común que es la rehabilitación protésica para lograr la independencia del paciente con la prótesis de pierna.
En Mediprax México somos especialistas en el equipamiento de pacientes con amputación de miembro inferior o superior. Recuerda que cada paciente es distinto, por lo tanto, es importante realizar una evaluación con el fin de brindar la prótesis que brinde un cambio de vida real y funcional de acuerdo a tus características y necesidades.
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Diseños de los sockets transfemorales
Consejos para usar una prótesis transfemoral
Referencias
Bae, T.S., Choi, K., Hong. D., & Mun, M. (2007). Dynamic analysis of above-knee amputee gait. Clin Biomech (Bristol, Avon), 22(5), 557-566.
Commean, P.K., Smith, K.E., & Vannier, M.W. (1997). Lower extremity residual limb slippage within the prosthesis. Arch Phys Med Rehabil, 78, 476–785
Esquenazi A. (2014). Gait analysis in Lower_limb Amputation and Prosthetic Rehabilitation. Phys Med Rehabil Clin N Am, 25(1), 153-167.
Goujon-Pillet, H., Sapin, E., Fodac, P., & Lavaste, F. (2008). Three-Dimensional Motions of Trunk and Pelvis during Transfemoral Amputee Gait. Arch Phys Med Rehabil, 89(1), 87-94.
Jaegers, S.M.H.J., Arendzen, J.H., & De Jongh, H.J. (1995). Prosthetic gait of unilateral transfemoral amputees: A kinematic study. Arch Phys Med Rehabil, 76(8), 736-743
Smith, D. (2004). La amputación transfemoral: Primera parte. Amputee Coalition, 14(2). https://www.amputee-coalition.org/resources/spanish-transfemoral-amputation/