Una prótesis transfemoral es un elemento artificial y externo al cuerpo con la finalidad de sustituir un miembro perdido a causa de una amputación sobre el nivel de la rodilla, este dispositivo ayudará al paciente en la realización de su marcha y desempeño de actividades básicas o incluso deportivas, esto dependiendo de las características del paciente y del dispositivo que él especialista en prótesis diseñe.

El equipo multidisciplinario que brinde el acompañamiento durante todo el proceso al paciente, deberán contemplar todas sus características físicas como psicológicas, además deberán conocer las necesidades en particular para elegir el mejor tratamiento médico, psicológico, fisioterapéutico y prótesis de pierna ideal, por lo tanto, se debe considerar lo siguiente en cada paciente:
– Nivel de funcionalidad del usuario (musculatura residual de la zona amputada).
– Áreas de participación del usuario/a (laboral, escolar, deportiva, social, entre otras).
– Entrenamiento en actividades de la vida diaria básicas e instrumentales.
– Entrenamiento en actividades simétricas y de coordinación.
– Actividades bimanuales.
– Integración de la prótesis.
La consideración de los puntos antes mencionados será fundamental para ofrecer una mejor experiencia al paciente durante su proceso de recuperación y protetización, porque como se sabe, sufrir una amputación es difícil de afrontar, sobre todo cuando surge a consecuencia de algo inesperado como suele suceder en las amputaciones traumáticas. Las personas que entienden el proceso y tienen expectativas realistas acerca de las dificultades a las que se pueden enfrentar y los resultados más probables, tienen más posibilidad de preservar y obtener un mejor pronóstico. Razón por la cual, es importante también el acompañamiento psicológico y familiar para alcanzar resultados favorables.

¿Es importante la preparación, antes de la amputación?
De ser posible y de acuerdo a cuál sea la razón de dicha intervención quirúrgica será sumamente favorable el que la familia y sobre todo el paciente se encuentren informados acerca del tipo de intervención, los niveles óptimos de amputación y para los cuales es apto, conocer los pasos a seguir después de este procedimiento y cuáles serán los pasos a seguir, creando expectativas reales y conociendo las dificultades que enfrentará.
El papel del cirujano es muy importante, debido a que de este dependerá el tener un muñón y cicatriz adecuada, para el uso de una prótesis de pierna.
En ocasiones, es posible que el paciente platique con el especialista en prótesis, para conocer acerca del tipo de dispositivo que será adecuado y que servirá como herramienta para desarrollar sus actividades del día a día.
La idea de prepararse y platicar anticipadamente con el cirujano, especialista en prótesis y fisioterapeuta será el de crear un plan en donde los objetivos y los pronósticos sean realistas con base a la persona que se someterá a la amputación de pierna, realizando lo siguiente:
- Una evaluación funcional, para determinar las capacidades y objetivos actuales de la persona.
- Plan pre-quirúrgico, que incluye un programa de ejercicios para comenzar antes de la cirugía.
- Plan posquirúrgico, que incluye el proceso de curación, rehabilitación, terapia psicológica y física, para finalmente pasar al proceso de protetización.
Es importante mencionar que una persona con hábitos de alimentación saludables y con un excelente control de enfermedades crónicas como (diabetes, enfermedad cardiaca o pulmonar) tendrá mayores probabilidades de recuperarse rápidamente.
Además, durante esta etapa se buscará que el paciente acuda con un fisioterapeuta que brinde un programa de ejercicios personalizados y especiales de acuerdo a las necesidades y características del paciente. El/la fisioterapeuta creará un programa de ejercicio general y específico para aumentar la fuerza muscular, la flexibilidad y amplitud del movimiento, además de mejorar la estabilidad y equilibrio.
También puede ser útil un programa de terapia ocupacional cuando se anticipan dificultades para realizar las actividades diarias. Cuando el miembro residual ha cicatrizado y el volumen de líquido es bastante estable, generalmente de 6 a 10 semanas después de la cirugía, pero durante más tiempo si hay complicaciones, a la persona afectada se le coloca una prótesis preparatoria. Una prótesis preparatoria es un dispositivo temporal que permite soportar peso progresivamente y cambiar los componentes, lo cual es necesario a medida que la persona se acostumbra a caminar y a realizar otras actividades, es posible que sea necesario volver a ajustar el receptáculo de la prótesis preparatoria varias veces durante este periodo.

Además de mejorar la movilidad y la independencia, las ventajas del ajuste temprano de la prótesis de pierna consisten en lograr una mejor aceptación de la amputación, restaurar la imagen corporal, reducir el dolor del miembro fantasma y mejorar la salud en general.
Es normal que el miembro residual de los adultos continúe experimentando un considerable cambio de volumen y forma durante los 12 a 18 meses después de la amputación. Cuando el volumen y la forma se han estabilizado en un grado razonable, se coloca una prótesis de pierna definitiva. Las amputaciones a nivel de muslo o cadera requieren de la persona mucho más esfuerzo que las amputaciones a nivel de transtibial o transfemoral.
Para una persona con una amputación transtibial (bajo la rodilla), que conserva el buen funcionamiento de la rodilla, la prótesis puede ayudarle tanto a desplazarse como a levantarse de una silla. Una articulación de rodilla no artificial que conserve toda su fuerza hace que el dispositivo protésico sea útil incluso para una persona que no vuelva a caminar bien. La prótesis proporciona un punto de contacto con el suelo que facilita el equilibrio y el apoyo, la persona conserva en la rodilla la fuerza necesaria para poder desplazarse.
Sin embargo, una prótesis para amputación a nivel de muslo o cadera no ayudará al paciente a desplazarse o levantarse de una silla porque la pierna ya no tiene fuerza en la rodilla. Puesto que la prótesis no proporciona elevación, pedimos a los pacientes que adquieran suficiente fuerza en la otra extremidad, el torso, la pelvis y los brazos; ya que esta fuerza es necesaria para ponerse de pie con un dispositivo protésico; la fuerza adicional en el muslo y la pelvis son fundamentales para que la prótesis transfemoral funcione sin peligro alguno. Puesto que las personas con amputaciones a nivel de muslo y cadera corren un mayor riesgo de sufrir caídas y lesiones.
En la clínica de prótesis en Puebla Mediprax, te recomendamos buscar el asesoramiento y acompañamiento de expertos en prótesis a cada paso de tu proceso, con la finalidad de hacer más cómoda y rápida tu rehabilitación y recuperación, hasta usar una prótesis de pierna.

En Mediprax México somos especialistas en el equipamiento de pacientes con amputación de miembro inferior o amputación de miembro superior. Recuerda que cada paciente es distinto, por lo tanto, es importante realizar una evaluación con el fin de brindar la prótesis que brinde un cambio de vida real y funcional de acuerdo a tus características y necesidades. Aprovecha nuestra campaña de consultas gratuitas y agenda tu cita.
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Referencias
- Smith, D. (2004). Amputee Coalition. Obtenido de Amputación transfemoral. Tercera parte. Dominar las destrezas basicas: https://www.amputee-coalition.org/resources/spanish-transfemoral-amputation-part-3/
Stokosa, J. (2021). Manual MSD. Obtenido de Preparación de prótesis de extremidades: https://www.msdmanuals.com/es-mx/hogar/temas-especiales/miembro-prot%C3%A9sico/preparaci%C3%B3n-de-pr%C3%B3tesis-de-extremidades