La escoliosis degenerativa o de Novo es una desviación de la columna resultado de una degeneración progresiva de los elementos que la conforman y que la mantiene recta en la edad madura. Tiene una prevalencia de 6 a 68%. Y se observa como una deformidad rotacional compleja tridimensional, que afecta la columna en los planos sagital, coronal y axial.
La escoliosis del adulto es una de las deformidades del esqueleto maduro, con un ángulo de Cobb mayor a 10° en el plano coronal y su prevalencia es de 60%.

Clasificación
Tipo 1. Degenerativa primaria o de Novo
Se presenta después de la madurez esquelética y se caracteriza por deformidades vertebrales estructurales mínimas como fracturas por compresión en hueso osteoporotico, degeneración asimétrica del disco intervertebral y de las facetas articulares, destrucción de las plataformas, malformación o mala alineación.
Secundario a estos cambios se presenta estenosis espinal, espondilosis, abombamientos discales, formación de osteofitos y artritis de las facetas articulares, con hipertrofia capsular, hipertrofia del ligamento amarillo y calcificación del mismo.
Estos elementos son importantes para mantener la estabilidad de la columna en todos sus planos, tanto en posturas mantenidas por largo tiempo, al caminar o realizando actividad física.
Tipo 2. Deformidad idiopática progresiva en la vida adulta
Se desarrolla la escoliosis antes de la madurez esquelética, pero se vuelve sintomática, es decir puede llegar a causar malestares como dolor en la región o dolor entre las vértebras. En la vida adulta, se presenta en la columna torácica, toracolumbar y lumbar.
Aparece en la niñez o adolescencia progresando en la vida adulta, con degeneración secundaria e imbalance. La deformidad sagital es casi siempre exclusiva de un síndrome de espalda plana o pérdida de la lordosis fisiológica y en situaciones extremas una real cifosis.

Tipo 3. Escoliosis degenerativa secundaria del adulto
Se localiza en la columna toracolumbar, lumbar o lumbosacra, su origen está en la columna o fuera de ella. Las que tienen su origen en la columna son secundarias a una curvatura adyacente (idiopática, neuromuscular o congénita), las que tienen su origen fuera de ella son debido a oblicuidad pélvica secundaria a una discrepancia de miembros pélvicos (dismetría pélvica), cadera patológica o anomalía lumbosacra transitoria.
La escoliosis secundaria a una enfermedad metabólica del hueso también está dentro de está clasificación y son generadas principalmente por osteoporosis combinada con artritis asimétrica o fracturas vertebrales.
En el estudio baropodométrico cuando detectamos desniveles en hombros y nuestro software en la prueba estática nos indica que existe una rotación del tronco mayor a 10 grados nos permite sospechar de una escoliosis, esto se puede verificar con la prueba del signo de Adams y finalmente corroborar con radiografías de columna y radiometría de miembros pélvicos para determinar la causa de la escoliosis.
Con las imágenes obtenidas en la radiografía se valoran un conjunto de aspectos: La curva primaria y la curva secundaria o compensadora. El desequilibrio del raquis, la báscula pélvica y la dismetría. La vértebra límite está definida como la primera y última vértebra que forma parte de la curva. La vértebra clave o apical, que es la vértebra central de la curva y la que presenta mayor rotación. El ángulo de Cobb, definido entre el platillo superior e inferior de las vértebras límite. Este ángulo cuantifica los grados de la escoliosis. El ángulo de Ferguson es menos usado. El índice Moe marca la rotación vertebral y se evalúa por la imagen de los pedículos y las apófisis espinosas en situación central.
Tipos de escoliosis:
1.- Idiopática: En el 75-80% de los casos la causa no es conocida. Es el diagnóstico más frecuente y es más habitual en las niñas, produciendo una curva torácica dextro-convexa con una giba costal en el lado derecho.
2.- Congénita: Este tipo de escoliosis tiene tendencia a progresar desde el nacimiento. Es debida a un defecto de segmentación o de formación de las vértebras.
3.- Neuromuscular: Causada por la parálisis cerebral, la poliomielitis, la mielitis transversa y las distrofias musculares, la mielodisplasia o la siringomielia.
Como bien ya se comentó en párrafos anteriores, si la escoliosis no fue detectada durante los primero años de vida, en la edad adulta la sintomatología de dolor en la columna, rotaciones del tronco, desniveles en la altura de los hombros entre otros malestares pueden estar presentes.
En cambio si la escoliosis es secundaria a una fractura, los dolores para mantener erguida la espalda suelen estar presentes todo el tiempo e incluso si existe una compresión nerviosa el paciente referirá ardor en la zona.
En Mediprax contamos con diversas ortesis de acuerdo las necesidades de cada paciente, por ejemplo: el corsé regio, corsé de jewett para estabilizar la columna tras una fractura, entre otros dispositivos.

Si la escoliosis fue detectada durante el estudio baropodométrico lo ideal será derivarlos a un ortopedista que evalúe las condiciones del paciente y en conjunto poder tratar al paciente.
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Dismetría pélvica secundaria a fracturas
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Referencia
Bueno, A. M. (2014). Exploración de columna y cadera. Cómo manejar la escoliosis. SCIELO, 16. https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1139-76322014000200015
Bueno, A. M. (2014). Exploración de columna y cadera. Cómo manejar la escoliosis. SCIELO, 16. https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1139-76322014000200015